Todos estamos determinados. Todos nacemos. Todos vivimos. Todos amamos. Todos sentimos, lloramos y reímos. Todos decimos verdades, y, a veces, mentiras.
Todos dormimos. Todos somos algo. Todos no somos nada comparado con todo lo demás. Pero lo más importante, es que todo tiene para mí un destino. Todo pasa por algo. Y si no pasa primero, pasa después. Pero, lo más penoso de todo, es que todos morimos y quedamos ahí siendo nada habiendo sido todo.
Todos dormimos. Todos somos algo. Todos no somos nada comparado con todo lo demás. Pero lo más importante, es que todo tiene para mí un destino. Todo pasa por algo. Y si no pasa primero, pasa después. Pero, lo más penoso de todo, es que todos morimos y quedamos ahí siendo nada habiendo sido todo.